Cambios en el embalaje de los productos.

El embalaje de las mercancías ha sufrido una importante transformación en los últimos tiempos. El mundo es un mercado cada vez más global. Cada día se mueven miles de millones de mercancías de un extremo a otro del planeta. Gran parte de ellas llegan hasta la puerta de sus consumidores finales. En todo este proceso, el embalaje cumple un papel primordial.

Los expertos de Bvpack, una empresa de distribución de maquinaria y materiales de embalaje para fabricantes y empresas de logística, nos cuentan que el abanico de soluciones para embalar los productos es cada vez más amplio y personalizado. En ella se tienen en cuenta criterios como las características y fragilidad de los productos, el medio de trasporte que se va a utilizar para su traslado, la forma de almacenamiento y el formato con el que se presenta al destinatario final.

No hace tanto tiempo, las mercancías se empaquetaban en cajas de cartón que se cargaban y descargaban a mano en camiones y en barcos. Era un trabajo pesado que requería mucha mano de obra.

El uso de los palés revolucionó el transporte y almacenamiento de mercancías. Con una carretilla mecánica se podían cargar fardos de cajas, precintadas con flejes para que no se movieran, dentro de contenedores marítimos, bodegas de avión, vagones de mercancías y remolques de camión, sin tocarlos para nada, tal y como habían salido de fábrica.

Gracias a este sistema, las mercancías se trasladaban de un medio de trasporte a otro, protegiendo en todo momento su integridad. Permitía almacenarlas en almacenes de logística y llevarlas a su punto de venta final en perfecto estado.

Hoy toda esta tecnología se ha perfeccionado. No es lo mismo trasportar piezas metálicas de un motor que trasladar dispositivos electrónicos u objetos de cristalería. Cada producto requiere un tratamiento específico.

Así es como ha cambiado el sector del embalaje en los últimos tiempos.

El movimiento de mercancías por el mundo.

Para entender la importancia del embalaje de las mercancías es importante partir de un punto de vista global. Según la revista digital The Conversation, en el 2019 se movieron por todo el mundo 11.000 millones de toneladas de mercancías. Hoy es probable que la cantidad sea un poco superior. De ellas, el 80% se trasladaron en barco.

Esto es posible gracias a la existencia de 98.000 buques portacontenedores. Cada uno de ellos carga una media de 20.000 contenedores. Los contenedores suelen tener una capacidad de unos 60 metros cúbicos. Esto significa que en cada uno de ellos caben 27 palés sin apilar. Si la mercancía que se trasporta es susceptible de apilarse en columnas, la cantidad de palés se puede multiplicar por tres y por cuatro.

El transporte marítimo representa el hueso principal del transporte de mercancías. Otros medios como el transporte por carretera o por ferrocarril son complementarios. Permiten trasladar las mercancías a los centros logísticos, a sus puntos de venta y al consumidor final. Es lo que se llama el transporte de última milla.

El precio medio de un contenedor marítimo para un trayecto de China a Europa, una de las rutas comerciales más habituales, rondaba los 1000 €. Hoy, por los efectos de la guerra en Gaza, se ha triplicado.

Si tenemos en cuenta el recorrido que siguen las mercancías y el precio del transporte, tanto fabricantes como empresas de logística, ponen todo su empeño en que la mercancía llegue en perfecto estado a su destino. Minimizando el número de piezas que se dañan en el camino.

Algunos cambios en el embalaje.

A tenor de las dimensiones que ha alcanzado el transporte internacional de mercancías, sumado a la irrupción de nuevos fenómenos como el comercio digital, que permite vender productos físicos por todo el planeta, estos son algunos cambios que se han observado en los embalajes en los últimos tiempos:

  • Embalajes sostenibles.

Ahora vemos como los palés, y las cajas en las que se guardan los productos, están fabricados con materiales reciclados y reciclables. En el caso de los palés se utilizan maderas reutilizables. Los palés suelen servir para varios usos, e incluso, existen talleres que se encargan de reparar palés estropeados.

Las cajas de embalaje se suelen fabricar con cartón reciclado, que en un alto porcentaje se vuelve a reciclar, entrando a formar parte de un sistema de economía circular. Incluso para los paquetes más pequeños, los envoltorios de plástico se han sustituido por otros de cartón reciclado.

  • Embalajes adaptados al comercio online.

El auge del comercio digital ha hecho que se desarrolle todo un sistema de embalaje individualizado de los productos. Permitiendo que puedan ser transportados, almacenados y localizados de forma individual, para así entregarlos a sus destinatarios. Con el comercio online, una parte del transporte de mercancías son envíos pequeños. En estos casos, la localización del paquete tiene un peso tan importante como el envío masivo para reducir costes.

  • Tecnología R.F.I.D.

La identificación por radiofrecuencia, tecnología R.F.I.D. ha mejorado la eficacia y rapidez de los procesos de suministro. Consiste en una etiqueta, generalmente adhesiva, que se coloca en el embalaje y que contiene información precisa sobre el envío. Con datos tales como el remitente, el destinatario, las características de la mercancía, la ruta de transporte, los códigos de los documentos de envío, etc.

Estas etiquetas se leen por medio de un sensor digital conectado a un ordenador, que permite clasificar los envíos y hacer un seguimiento detallado de los mismos.

  • Embalajes antirrobo.

Debido al alto volumen de mercancías que se transportan, se han ideado mecanismos para proteger los envíos, evitando la pérdida y sustracción de los mismos. Estos pueden ser desde sellos de seguridad, etiquetas anti-manipulación, hasta rastreadores GPS.

  • Embalajes personalizados.

El branding, que son el conjunto de acciones que se desarrollan para crear y consolidar una marca, ha alcanzado el campo del embalaje. Muchas empresas productoras o distribuidoras diferencian sus envíos, marcando el embalaje con su logotipo o adoptando un diseño personalizado, que diferencia estos envíos de los demás.

La logística.

A nivel internacional, el envío de mercancías no se realiza directamente al destinatario, sino que pasa por diferentes fases para hacerlo posible, esto condiciona el embalaje. Así, por ejemplo, podemos entender como en apenas un par de semanas, una tablet fabricada en China puede llegar a una casa ubicada en un pueblo pequeño de Jaén.

En este proceso de transporte intervienen los centros de logística, ubicados estratégicamente cerca de los puntos de transporte y del destino final.

Así, el distribuidor que ha vendido un producto en otro país, conduce sus mercancías a un almacén cercano al puerto en el que se va a embarcar. Este producto se agrupa con otros envíos que van al mismo país de destino, para completar un contenedor.

En otro centro logístico, cercano al puerto de desembarque, se procesan los envíos y se mandan a otros almacenes próximos al destino final, desde donde se enviará por mensajería al cliente.

Por tanto, en todo este proceso, la mercancía empaquetada debe embalarse de manera que se pueda agrupar y almacenar con otros objetos, haciendo que en todo momento esté localizable y no se dañe.

Plataformas de comercio internacional y distribución como Amazon, lo que suelen hacer es guardar en sus almacenes las mercancías extranjeras que más se venden en un país, de manera que el envío al destinatario final sea lo más breve posible. Aunque el producto que se venda haya sido importado de un país situado en la otra punta del mundo.

Normativas de embalaje.

La Unión Europea marca una serie de directrices para unificar el embalaje de los envíos industriales de mercancías que salen, entran o se mueven entre los países miembros. De esta manera se asegura la calidad en el transporte y el respeto al medio ambiente.

Estas directrices, luego, son adaptadas al ordenamiento jurídico de cada país por parte de los gobiernos. Como el Real Decreto 1055/2022 sobre envases y residuos de envases. Que lo que hizo fue suscribir la Directiva 94/62/CE, del Parlamento Europeo, en el que se obligaba a los agentes comerciales (productores, transportistas y distribuidores) a utilizar materiales reciclables en los embalajes de las mercancías y después reciclarlos una vez no sean necesarios. Limitando el uso de plásticos en los fletes.

El embalaje industrial está regulado por normas internacionales que aseguran la calidad del servicio. El cumplimiento de estas normas viene acreditado por sellos certificados. Tres de los que más se utilizan en nuestro país son:

  • ISO 9001: Este es un sistema de gestión de calidad que certifica que la empresa dispone de mecanismos para controlar la calidad de sus servicios y herramientas para ir mejorándolos progresivamente.
  • ISO 14001: Este certificado señala que la empresa cumple las normas en materia medioambiental.
  • ISO 45001: Hace referencia a la gestión de los riesgos de seguridad e higiene en el trabajo. Utilizando procesos que minimizan los riesgos sobre la salud de los trabajadores.

Es tan importante el embalaje de las mercancías para su transporte y distribución que hasta las empresas de logística ofrecen servicios de asesoramiento a sus clientes en este campo.

 

 

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