Las joyerías han entrado con fuerza en el mercado online. Según algunos expertos en marketing digital, este es un sector que arrasa en la red debido a su gran fuerza visual. La comodidad de comprar y la falta de tiempo de los compradores para encontrar la joya adecuada en tiendas físicas, sin duda, también influyen en ello.
El auge de las joyerías online afecta a todo el sector. Desde las grandes marcas hasta las joyerías locales. Así nos lo comentan las encargadas de Joyería Lorena, una tienda de joyas de Alaquàs (Valencia) que hace unos años pusieron en marcha su propia tienda online y han cosechado bastante éxito. Gracias al comercio por internet, una joyería local puede vender artículos en el resto de España, en Portugal y en otros países.
Sabemos que en internet, el elemento visual tiene una fuerza impresionante. En una tienda online, la descripción del producto debe ir acompañada de una buena fotografía. Las fotos y videos también son un elemento para hacer promoción por redes sociales. La foto de una joya tiene un efecto seductor sobre el usuario que despierta con facilidad su deseo de adquirirla.
El uso de internet ha facilitado la búsqueda y adquisición de productos. Los internautas realizan una búsqueda en un buscador acerca del artículo que les interesa y con toda comodidad pueden comparar productos y precios. De esta forma acceden a un número de artículos mayor que si estuvieran visitando tiendas físicas, lo que les permite tomar una decisión de compra más fundamentada.
Las joyas están asociadas a regalos y a acontecimientos señalados. Como puede ser un aniversario, una declaración de amor o una efeméride, como el día de la madre, navidad, etc. La dificultad que tenemos algunas veces, por problemas de horario, para visitar joyerías y adquirir la joya adecuada, se subsana con la accesibilidad y rapidez que ofrece internet.
Veamos un poco más a fondo como internet influye en el negocio de la joyería.
La web es el mejor escaparate para una joyería.
Internet ha cambiado el proceso de compra. En ocasiones vemos la imagen de un producto que nos llama la atención por redes sociales o navegando por la red e intentamos encontrarlo por internet.
Comienza entonces todo un periplo en el que vamos perfilando nuestros gustos y deseos. En la búsqueda de un artículo concreto, vamos descubriendo otros que nos pueden convenir más, bien sea porque nos quedan mejor o porque nos convencen más las condiciones (precio, tiempo de entrega, garantía, etc.)
El proceso puede ser largo e intenso. No nos cuesta nada ir mirando fotografías, leer reseñas de compradores o pasar de una web a otra. A medida que vemos artículos, intentamos descubrir otros nuevos, sorprendernos con otras propuestas. En todo ese tiempo puede ser que hayamos cambiado de idea en cuanto al producto que buscábamos varias veces.
En ocasiones encontramos un artículo que nos encandila y nos lanzamos a comprarlo. Es una compra de impulso. No podemos arriesgarnos a no tenerlo disponible o a no encontrarlo en otra ocasión. A menudo, esa búsqueda ha comenzado para satisfacer una curiosidad. Ni tan siquiera teníamos intención de comprar nada, pero terminamos haciéndolo.
En el caso concreto de las joyas, si una joyería no tiene su propia página web, pierde por completo la oportunidad de realizar una venta.
Otro de los comportamientos que efectuamos desde que nos hemos acostumbrado a comprar por internet, es que solemos informarnos en la página web de una tienda antes de acudir a ella en persona. Si además tenemos la posibilidad de comprar en línea, nos evitamos el paseo.
El escaparate de una joyería solo puede presentar una pequeña muestra de todo el material que vende. Mientras que si en su web habilita una tienda online, tiene la posibilidad de verter en ella todo su inventario, algo que sin duda es gratificante para el posible cliente. De esta manera conoce que en la joyería se vende determinada joya, que de otra manera solo lo descubriría si entrara dentro de la tienda y hablara con el dependiente.
Las joyas en las Redes Sociales.
Las redes sociales y, en concreto, aquellas basadas en la imagen como Instagram o Pinterest son un fantástico medio para difundir el catálogo de una joyería.
Instagram tiene la ventaja de que con él se puede crear marca. Conformar una audiencia de usuarios interesados que siguen con detenimiento nuestros productos y que están pendientes de las novedades y promociones.
La revista Cosmopólitan nos habla de 20 joyeras españolas que arrasan en Instagram. Entre ellas podemos encontrar firmas pequeñas, nuevas diseñadoras y tiendas que siguen una línea determinada y que compiten casi de igual a igual con las marcas más reputadas gracias al empuje de esta red social.
En Instagram se pueden difundir diseños novedosos y diferentes, conectando con un público específico interesado en esos productos.
Un ejemplo de ello es Eleonor Casanovas, una marca joven dirigida a chicas que no se casan con ningún estilo predeterminado y que buscan una joyería versátil que se pueda lucir en cualquier ocasión, combinando con todo tipo de looks. Desde los más informales, de vaqueros y camiseta, hasta los eventos más distinguidos.
Müa Studio, una tienda de Madrid, que además son fabricantes artesanos, apuestan por las joyas personalizadas. Una tendencia en auge en los últimos años. Ofrecen al cliente la posibilidad de participar en el diseño de la joya, indicando las piezas que quieren que formen parte de la pieza.
Por otro lado, Cas Deià, de Barcelona, apuesta por una joyería étnica, con guiños a la estética mediterránea y caribeña. Combinando la plata y el oro con cuentas de piedra que simulan granos de café, semillas o conchas marinas. Y con la virtud de crear joyas unisex, que igual las puede lucir una chica que un chico e, incluso, compartirlas una pareja.
Hasta la joyería más clásica y atemporal tiene cabida en Instagram. Es el caso de algunos plateros cordobeses como Matinero, que mantienen y actualizan la tradición joyera de la ciudad, o la marca Vidal & Vidal, de Menorca, que son la tercera generación de la familia que se dedica a la joyería.
La joyería tiene su propio espacio por internet.
Si determinados sectores han terminado absorbidos por grandes marketplace como Amazon o están dominados por operadores Low Cost, como ha sucedido con la ropa, podemos decir que la joyería tiene un espacio delimitado en la red que no puede ser ocupado por nadie más que por joyeros.
A nadie se le ocurre encargar un collar para regalárselo a su novia en AliExpress o en cualquier otra plataforma multi-producto, por muy económico que resulte.
En la joyería online prima la calidad de los materiales y el diseño. Por eso, los usuarios buscan los artículos en tiendas especializadas; es decir, en joyeros.
Esto es beneficioso para cualquier joyería establecida, ya que no corre el riesgo de que el mercado vaya a ser invadido por terceros. Las joyas son un artículo especial y los clientes buscan que se lo dispense alguien que conozca el sector.
Aunque la gente valora la relación calidad-precio, en el caso de las joyas, la calidad tiene predominio sobre el coste. De esta manera, el comprador sabe no solo que se va a llevar un artículo bonito, sino que le va a durar tiempo y le va a poder dar el uso que desee.
El problema del envío.
El proveedor de Hostings y dominios Hostinger afirma en sus tutoriales que vender joyas por internet es un negocio exitoso. Quizás el principal problema que tiene este producto está en el transporte hasta la casa del cliente.
En este sentido, para poder controlar gastos, lo importante es contratar a una empresa de transporte y logística de confianza y que ofrezca una tarifa plana.
A poco que la página web vaya alcanzando cierta notoriedad y los productos se vayan conociendo por internet, el vendedor se sorprenderá de que le irán saliendo ventas por todo el país y que incluso recibirá encargos del extranjero.
Pero claro, no cuesta lo mismo hacer un envío dentro de la misma provincia, que enviarlo a Canarias o que te salga un pedido en Inglaterra. Esto es algo que debe tener en cuenta a la hora de calcular el precio de los envíos.
Algunas joyerías online ofrecen servicios de envío gratuito a partir de un gasto mínimo. Este coste debe ser calculado minuciosamente para que el beneficio de la venta no se vea afectado por los gastos de transporte.
El otro aspecto importante es la seguridad de los envíos. Las joyas son artículos valiosos y deben estar protegidos en caso de rotura o pérdida. Para eso es importante que el vendedor tenga contratado algún tipo de seguro que proteja la mercancía durante el transporte.
Por muy buena que sea la compañía de transporte, es inevitable que, de vez en cuando, algún envío se extravíe. Cómo resolvemos el percance. Está claro que la perdida de una joya es más costosa que otros productos que habitualmente compramos por internet.
A pesar de ello, debemos tener presente de que la venta online forma parte del presente y el futuro de la joyería.