No es fácil dirigir un negocio porque es lo que equivale a tener un hijo. Hay que dedicarle muchas horas, el día entero, si es necesario, y eso no te garantiza que vayas a cumplir el objetivo con el que has abierto dicha empresa. Y las cosas se recrudecen si te encuentras en un sector en el que hay una competencia feroz… como ocurre con la hostelería en un país como el nuestro. Ese es mi caso y la verdad es que, a pesar de las dificultades de una actividad como la mía, me siento orgulloso de que mi restaurante haya salido adelante incluso con todas las amenazas que ha ido teniendo con el paso de los años.
No ha sido fácil conseguir que mi restaurante se haya posicionado entre los mejores de toda la comarca. Cuando se trabaja en hostelería, hay que tener claro que cada detalle puede marcar la diferencia, así que me puse manos a la obra para tratar de conseguir que esos detalles los pudieran encontrar los clientes cada vez que vinieran al local. En todos esos casos, que son los que os voy a ir desgranando en los párrafos que siguen, me puse en manos de los amigos de Giona Company para obtener esas ventajas de las que os hablaba y hacer posible que mi negocio fuera cada vez mejor.
Vinotecas
Este es un elemento muy importante. Una de las cosas que le da más caché a un bar o restaurante es el hecho de que disponga de muchos vinos. Y la mejor manera que tenemos para presumir de ello es disponer de una vinoteca en la que el cliente pueda ver las botellas que tenemos preparadas para él. Parece que no, pero esto le da otro aire al negocio, hace que sea un sitio mucho más elegante. Ni que decir tiene que esto atrae a un determinado tipo de clientela que nos viene de perlas y que va a hacer que la reputación del negocio sea mucho más poderosa que la que podía tener con anterioridad.
Vasos y copas
Más elementos diferenciales. Aunque es verdad que buena parte de los vasos y copas que se usan en los restaurantes siguen un diseño muy similar, siempre existe una posibilidad de diferenciación en este sentido. Y un buen restaurante tiene que saber que este es un detalle que puede jugar en su favor. Yo me preocupé mucho por este tema y, ahora mismo, en mi restaurante hay copas y vasos que no pasan desapercibidos. En un mundo como el actual, gobernado por las redes sociales, es muy importante que apostemos por elementos curiosos y novedosos para que puedan ser concebidos como una tendencia y que incluso lleguen a ser virales en redes sociales.
Enfriadores de copas
Como ya sabréis, el vino y la temperatura son dos cosas que se tienen que relacionar sí o sí. Y, en este sentido, entra en juego un tercer factor que es el recipiente en el que vino va a ser depositado para su consumo por parte de los clientes, o lo que es lo mismo, la copa. Esto hace necesario que haya enfriadores de copas en los restaurantes y esta es una de las cosas que va a marcar la diferencia a la hora de que el vino esté en su punto óptimo de consumo cuando lo pida el cliente. Todo el mundo va a saber apreciar esto aunque no sean especialistas en vino. Y, como es lógico, eso puede hacer que no solo quieran estar en el local por esta vez, sino que también quieran repetir (y más pronto que tarde).
Sacacorchos y abridores
Son otras de esas pequeñas cosas que juegan un papel importante, aunque no lo parezca porque constituyen un detalle que es básico para marcar la diferencia, para que los consumidores se lleven una grata imagen del sitio en el que están. Además, estamos hablando de elementos que, aunque no sean demasiado grandes, son vistos por todas las personas que se encuentran cerca en el momento de su uso. Cuando se va a abrir una botella de vino, ¿quién no está mirando el abridor para ver cómo la botella es abierta y está lista para ser degustada por los comensales? Creo que hasta los no consumidores de vino lo harían. Y sé, de hecho, que lo hacen.
Tapones para vino y cava
Hay productos que, una vez que son abiertos, es necesario conservar para que no haya ningún problema en su conservación, especialmente si no se van a terminar de consumir una vez que son abiertos. Por tanto, son productos que tenemos que cuidar mucho, para los que lo tenemos que tener todo pensado. Y una de las cosas que se deben tener en cuenta en este caso está relacionada con disponer de tapones para las botellas en las que se contienen. Hablamos del vino y del cava. Desde luego, servir un vino o un cava que ha estado varias horas o incluso días sin tapón puesto es algo que no va a hablar bien de nosotros. Por tanto, cuidemos de ese detalle también. Yo lo tengo siempre presente en el restaurante.
Y por muchas cosas que pueda mencionar en este artículo, siempre habrá más. Porque, como os hemos indicado, cada cosa importa en un sector como este, donde la competencia es tan grande y donde hay tantas cosas que pueden marcar la diferencia. Desde luego, esto es algo que hay que promover y a lo que le he dado muchas vueltas antes de que mi restaurante estuviera abierto. Quien lleva muchos años en esto sabe lo que quieren los clientes y las cosas en las que se fijan. Eso siempre es una ventaja a la hora de apostar por esas cosas y tomarle la delantera a la competencia.
Un sector en el que invertimos nuestro dinero
El de la hostelería es uno de los sectores que más nos gustan a los españoles. Por nuestro carácter, somos muy dados a querer estar fuera de casa, a pasar tiempo con familia y amigos. Y no cabe la menor duda de que eso supone una oportunidad muy grande para todas aquellas personas que, como yo, tienen un bar o un restaurante. Vamos a ver a continuación algunas cifras que ponen esto de manifiesto y que demuestran que hablamos de una de las actividades a la que más miramos siempre que queremos disfrutar de nuestro tiempo de ocio.
La primera de las cifras a la que queremos hacer referencia fue publicada en la página web de la revista Forbes. En ella, se indica que el 70% de los españoles había aumentado o mantenido su gasto en bares o restaurantes en el año 2023. El motivo está claro: estos lugares son concebidos como un eje de socialización, lugares en los que podemos hablar de cualquier cosa con amigos, colegas de trabajo o familiares. Y eso es algo que valoramos mucho en un país como el nuestro, en el que nos gusta tanto estar cerca unos de otros y en el que podemos disfrutar, además de eso, de una de las mejores gastronomías que existen sobre la faz de la Tierra.
En otra noticia, en este caso publicada en la página web de Hosteltur durante el mes de septiembre de este mismo año, se indicaba que los españoles gastan de media entre 15 y 30 euros cada vez que comen fuera. Lógicamente, es una cantidad interesante de dinero si se tiene en cuenta que pueden ser centenares de personas las que pasen por un mismo restaurante a lo largo de un solo día. Pero para ganar esa cantidad y a esos clientes hay que trabajar mucho y tenerlo todo pensado para hacer no solo que disfruten de lo que están comiendo y bebiendo, sino también hacer que disfruten al máximo de la experiencia.
Ni que decir tiene que esto es todo un arte y que hay que saber cómo llevarlo a cabo para tener éxito en un sector que tiene tanta competencia y que es tan duro muchas veces. Pero no cabe la menor duda de que hay verdaderos maestros en esto. No voy a tirarme flores y decir que soy uno de ellos, pero ya habéis visto que me he preocupado por el tema y que he sabido sacar lo mejor de mi propio negocio para ser capaz de convencer a la gente de que este es su sitio, de que están en el mejor restaurante de la comarca. Habrá gente que crea que es así y gente que no, como es normal. Pero mi trabajo lo he hecho y creo que lo he hecho bien.
Aun así, este mundo no para y hay que seguir trabajando para que a la gente no se le olvide la calidad de mi negocio y de mi trabajo. Hoy en día, la imagen de alguien o de algo cambia demasiado deprisa y eso sí que es una pena. Pero eso permite que no nos durmamos en los laureles, que sigamos trabajando duro y que continuemos dándolo todo para hacer que los clientes se vayan satisfechos y con la sensación de haberse dejado un dinero, sí, pero de haberlo disfrutado. Y eso es lo que de verdad vale la pena.

