La gastronomía española es una de las mejores de todo el mundo y hay muchos argumentos que así lo demuestran. No cabe la menor duda de que estamos hablando de una de las grandes ventajas de nuestro país, uno de los motivos por los cuales recibimos millones y millones de visitas a lo largo de todo un año natural. Y es que, amigos y amigas, nuestro país vale mucho más de lo que podemos creer en un primer momento, os lo podemos asegurar. Al vino, desde luego, se suman productos como el jamón, el queso, las migas, el pulpo, la paella y un sinfín de cosas más.
El vino, además, es uno de los productos que más podemos encontrar en nuestra tierra. Viajando por muchas de las regiones que componen nuestra geografía, podremos ver un montón de kilómetros cuadrados de viñas. Y es que hay una barbaridad de variedades de vinos de diferentes denominaciones de origen y que, desde luego, ayudan a que España sea considerada como una de las tierras en las que es más idóneo el cultivo de vino, junto con otros países que pueden tener características similares en cierto sentido al nuestro, como Francia o Italia.
De acuerdo con un estudio realizado por el portal web Statista, España produjo en 2022 un total de 36 millones de hectolitros de vino, una de las cantidades más amplias de todo el mundo. El estudio también divide la producción por regiones y es Castilla La Mancha la que se lleva el primer premio en ese sentido al producir más de la mitad del total nacional. Ser una región tan vasta ayuda mucho en ese sentido y la verdad es que hablamos de una de las regiones en las que la producción de vino constituye una parte muy importante de su industria.
Pero lo cierto es que son muchos los terrenos en los que se puede producir un buen vino en el interior de nuestras fronteras. Castilla La Mancha tiene un clima muy seco y extremo, pero Galicia, por ejemplo, dispone de un clima mucho más húmedo y también tiene un vino que es de mucha calidad. Por tanto, tenemos la gran suerte de poder decir que cada kilómetro cuadrado de nuestro país podría producir un vino de enorme calidad y que tuviera un reconocimiento ya no solo a nivel nacional, sino también en el plano internacional.
Esta realidad ha puesto a muchos productores o potenciales productores de vino tras la estela de las mejores vides del mercado. Hemos hablado del clima como uno de los factores que ayudan a producir un buen vino en España, pero lo cierto es que el tipo de planta con la que se cuenta también tiene mucho que decir a este respecto y quien entiende de vino sabe perfectamente que esto es tan real como la vida misma. Es lógico que haya un montón de gente interesada en vides de calidad porque es evidente que, detrás de eso, se encuentra la más que probable producción de un buen vino y una reputación y rentabilidad que estarán fuera de toda duda.
Lo bueno que tenemos en España es que tenemos un equilibrio entre lo que tiene que ver con la producción de vino tinto y la de blanco, lo que permite que nuestros productos lleguen a un público todavía más amplio. Desde luego, esto ayuda a que la imagen del vino que sale de nuestros campos sea todavía mejor de la que ya es de por sí por su calidad. Y es que no hay nada que represente mejor al campo de nuestro país que el vino que sale de él.
Hay una cosa que debemos tener en consideración a la hora de comprar vides para la producción de vino. Hemos dicho que cualquier terreno de nuestro país puede ser bueno para la producción de vino, pero no da lo mismo el vivero en el que hayan crecido esas plantas que luego nosotros podamos plantar en nuestros campos. Hay un lugar llamado Aielo de Manferit que es un referente a nivel mundial en lo que respecta a los viveros y eso es lo que hace especiales a las vides de Plantvid, que proceden precisamente de ese lugar y que forman parte de muchos de los entornos naturales en los que crece y se desarrolla la uva que va a dar pie a la fabricación de los mejores vinos españoles.
De hecho, este también es uno de los grandes secretos por los cuales en España tenemos un vino de primer nivel. Esas plantas de calidad, unidas al crecimiento que va obteniendo su fruto ya en la zona geográfica en la que haya sido instalada esa planta, es la combinación perfecta para conseguir lo que es España en la actualidad: un referente del vino a nivel mundial, un logro que ya mantenemos desde hace mucho tiempo y que, desde luego, va a continuar siendo tan real como la vida misma.
Los grandes consumidores
También fue el portal web Statista el que llevó a cabo una clasificación en la que se muestra cuáles son los países que más vino consumen de todo el mundo. Y lo cierto es que la zona del mundo en la que nos encontramos vuelve a estar en el foco en lo que tiene que ver con este estudio. Portugal es el país del mundo que más vino consumió a lo largo del año 2023, con 54 litros por persona. Francia e Italia completaron el podio.
Esta es una gran suerte para España, principalmente porque estos tres países consumen mucho vino de nuestro país y es muy fácil hacérselo llegar a causa de las cortas distancias que existen entre esos destinos y España. Por tanto, debemos seguir haciendo todo cuanto esté en nuestra mano para conseguir que esas relaciones comerciales sean lo más fuertes posibles y continúen haciendo posible que el mercado del vino español tenga una salud tan buena como de la que goza en la actualidad.
Estamos bastante seguros de que va a seguir siendo así. Estamos hablando de una zona del mundo en la que el vino es mucho más que una bebida y que casi se puede catalogar como una tradición, una zona del mundo en la que los paisajes tienen mucho que ver con el nuestro: un oasis de vides que hace posible que podamos contar con un producto que es historia viva de este país y que lo va a seguir siendo.
Un paisaje que tiene una gran mística y que evoca al pasado
Podemos decir que a las personas encargadas de la producción de vino les encanta su trabajo porque está directamente relacionado con la naturaleza. Alguien que esté especializado en el sector como este estará acostumbrado a visitar vides y a cuidar de las mismas, un trabajo que te obliga a estar permanentemente en el campo. Aunque es verdad que no es el trabajo más cómodo del mundo, sí que suele gustar a sus productores porque les permite conectar con el medio en el que se encuentran.
Uno de los mejores ejemplos que tenemos para ilustrar esto es el personaje de Antonio Alcántara en la serie de televisión Cuéntame cómo pasó. Uno de los sueños de Antonio consiste en tener una pequeña bodega en su municipio natal, y cuando ve cumplido ese sueño, parece incapaz de alejarse de sus viñas y del campo. La situación es muy similar entre los productores reales de vino en España. En la serie, los guionistas dieron bien con el perfil de estas personas y la verdad es que el personaje de Antonio refleja muchas de las sensaciones y necesidades que tienen las personas que disponen de una empresa que tiene una relación directa con el mercado del vino en el interior de nuestras fronteras.
También tiene un alto componente en lo que tiene que ver con el pasado. El mercado del vino tiene tanta historia y lleva tantos años siendo importante en España que es inevitable que nos recuerde al pasado. Además, dedicarse a él muchas veces es algo que nos viene de familia, así que la actividad que llevan estás personas a cabo muchas veces tiende a recordarles los momentos en los cuales la desempeñaban sus antecedentes. Seguro que conocéis a gente que se encuentra en esta tesitura.
Conviene que mostremos toda la atención del mundo a un sector como este, que muchas veces no se valora en la medida en que deberíamos. Estamos hablando de una de las actividades que se encuentran en el imaginario de los turistas cuando visitan España y que más les llama la atención. El vino es uno de nuestros máximos representantes en lo que respecta a la gastronomía y debemos hacer todo lo posible por que el mundo entero sepa qué secretos guarda nuestro vino y por qué es uno de los mejores que se pueden encontrar a lo largo y ancho de todo el mundo. Y es que debemos sentirnos muy orgullosos de él.