Jornada laboral más corta, ¿sí o no a las 37,5 horas?

De vez en cuando surgen estas cortinas de humo, son más de las que pensamos, para que no se habla de otra cosa. Es mejor hablar de la jornada laboral de 37.5 horas, que de un Gobierno que pretende amnistiar a unos políticos por saltarse las leyes de un España. Pero en este país sabemos mucho de cortinas de humo. Es decir, noticias temporales que se lanzan para intentar eclipsar otros problemas mayores. Y los españoles somos así, como ovejas, que no tienen ningún problema en seguir mirando el dedo que se mueve hasta la luna.

Pues bien, en estos días el debate es la propuesta de Yolanda Díaz, de Sumar, de poner en marcha un cambio en la ley para que la jornada laboral sea más corta. Es decir, que se pase a trabajar 37,5 horas y sin bajar el sueldo. Es decir, cobrar igual pero trabajando menos. Oye, una idea que nadie puede negar que es fantástica. Pero claro, una idea que tiene mucho trasfondo y que no es tan fácil. Es una medida que ha impuesto el partido de extrema izquierda para poder llegar a un acuerdo con Pedro Sánchez, del PSOE; y así formalizar su investidura de nuevo como presidente del Gobierno. Pero claro, algo que suena tan bonito tiene unas importantes consecuencias por detrás.

Y es que, al final, como suele pasar en las cortinas de humo, son medidas tomadas de manera rápida y sin consensuar. Hasta el punto de que en este caso, Sumar y PSOE, o lo que es lo mismo, Díaz y Sánchez, no han hablado con empresarios ni con sindicatos. Pero por Dios, cómo se hace esto, si sabes que luego son ellos los que van a tener que aplicar y padecer en muchos aspectos este cambio de la ley.

Vamos con algunos datos para intentar comprender lo que se intenta cambiar. Sirva como ejemplo que la reducción de jornadas se intentó en el gobierno de Lionel Jospin en Francia hace ya unos cuantos años. En realidad sólo afectó, porque en comercio de cara al público no se puede implantar, en empresas tecnológicas lleva implantándose desde hace mucho tiempo. Pero todas las empresas no son iguales. Y por supuesto, solo se puede aplicar a los funcionarios, que esos no tienen problemas en trabajar menos. E incluso algunos, y espero que se me permita esta licencia, lo de la ley de 37,5 horas le viene mal, porque les toca trabajar más.

Productividad

Hay que recordar que esto ha evolucionado mucho. Ahora mismo hay programas de gestión laboral, como puede ser Kairos HR, que se convierten en la mejor herramienta tanto para el trabajador como para el jefe. Se trata de un diseño para integrarse en tu empresa o despacho. Con esta plataforma de gestión de registro de jornada laboral podrás configurar tus empresas y empleados desde tu software de nóminas. Con esta app, puedes  hacer la creación de calendarios laborales en función de los centros de trabajo.  La creación de horarios en base a tus necesidades, ya sean fijos, flexibles o por turnos. Asigna a cada empleado aquel que le corresponda realizar en cada momento. Y es que al final, y pese a quien pese, esto no es un problema de horas trabajadas, sino de productividad. Por eso, se debe producir mejor.

Vamos con un ejemplo lógico. Una empresa tecnológica puede aplicar jornadas de 4 días pero una peluquería de barrio no puede ( y a la mínima que sepas un poco de microeconomía esto es obvio).  El resultado es un sector de trabajadores privilegiado frente a trabajadores desprotegidos. Y es que alguien se piensa que sectores cómo la restauración, los supermercados o el ocio van a cerrar antes. Al revés, para eso somos muy listos, y seguro que queremos que el bar de turno siga abriendo hasta las 3 de la mañana para tomarse una merecida copa con mis amigos. ¿Verdad?

La Patronal

Par Sumar esto ya era una de las medidas de su programa electoral para las elecciones generales del 23 de julio: reducir la jornada laboral de manera progresiva, fijándola por ley en un máximo de 37,5 horas ya en 2024, al tiempo que se abría un proceso de diálogo social para seguir diminuyéndola hasta las 32 horas semanales. De locos para unos empresarios que tienen claro que esta medida va a afectar para mal a las pymes y autonómos. Por ejemplo, Para la patronal, la solución es “la regulación de la jornada debe tratarse sector por sector y empresa a empresa, analizando en cada caso si hay margen de productividad suficiente y las necesidades organizativas del empleador”.

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