¿Cómo puedo cuidar mi piscina durante el invierno?

Sin duda, el verano es época de calor sofocante en muchas partes del país. Por fortuna, algunas personas pueden sofocar su calor en una piscina propia.

Además de sofocar su calor, también pueden ahorrarse el agobio de tener que estar rodeado de personas en la playa, tener que desplazarse hacia otras piscinas y se ahorran compartir en general, ese momento de relajación que es bañarse en agua fresquita durante el verano.

Sin embargo, tener una piscina no es siempre un campo de rosas, ya que existe una época en la que se nos hace totalmente inútil tenerla en casa: el invierno.

¿Qué podemos hacer con nuestra piscina durante el invierno? Existen numerosos riesgos si no le aplicamos el mantenimiento adecuado, así que, si este es tu caso, te recomendamos que te quedes a leer un poco más acerca del tema.

¡Empezamos!

¿Qué ocurre si no realizamos mantenimiento en invierno?

El invierno es una estación que trae consigo una serie de desafíos para los propietarios de piscinas. Y es que, a medida que las temperaturas caen, es tentador dejar la piscina en estado de hibernación y aplazar cualquier mantenimiento hasta la próxima temporada de baño. Sin embargo, esta decisión puede acarrear una serie de riesgos y problemas que pueden dañar tu piscina de forma significativa.

Uno de los riesgos más evidentes de no mantener tu piscina durante el invierno es el potencial daño estructural al que se enfrenta la piscina en sí misma. Las bajas temperaturas del invierno pueden provocar la congelación del agua en la piscina, lo que a su vez puede ocasionar que el agua se expanda y cause grietas en el revestimiento de la piscina. Estas grietas no solo son caras de reparar, sino que también pueden comprometer la integridad de toda la estructura de la piscina.

¡Y eso no es todo! La congelación y la expansión del agua pueden afectar negativamente a los sistemas de fontanería y filtración de toda la piscina, lo que supondría una reparación cada vez más cara.

Además de estos peligros, existen los siguientes:

  1. Formación de algas y bacterias.

El agua estancada en una piscina inactiva es un caldo de cultivo perfecto para el crecimiento de algas y bacterias. La falta de circulación y desinfección adecuada permite que estos microorganismos se multipliquen, lo que resulta en un agua de piscina turbia y potencialmente insalubre. La formación de algas no solo afecta la apariencia de la piscina, sino que también puede requerir tratamientos químicos adicionales y tiempo para recuperar la calidad del agua.

Además, la proliferación de bacterias en una piscina descuidada puede presentar riesgos para la salud. El agua contaminada da paso a gérmenes y microbios, lo que puede poner en peligro a quienes entren en contacto con ella.

  1. Acumulación de escombros y hojas.

Durante el otoño e invierno, las piscinas al aire libre se convierten en imanes para hojas caídas, ramas, suciedad y otros escombros. La acumulación de estos materiales puede obstruir los sistemas de filtración y la circulación del agua, lo que da como resultado un mal funcionamiento de la piscina. Asimismo, cuando estos desechos se descomponen en el agua, pueden formar algas y bacterias.

Para evitar este problema, es esencial utilizar una cubierta de piscina resistente, que impida la entrada de cualquier cosa durante el invierno.

  1. Gastos añadidos de reparación.

Los riesgos de no llevar a cabo el mantenimiento adecuado en tu piscina durante el invierno se traducen en gastos adicionales de reparación.

En resumen: si unimos todos los puntos anteriores (las grietas en el revestimiento, los daños en la fontanería, los problemas en el sistema de filtración y la necesidad de tratar el agua contaminada) tenemos como resultado un gasto de reparación bastante significativo.

La inversión en el mantenimiento adecuado de la piscina durante el invierno es mínima, si la comparamos con los gastos de reparación que pueden surgir si se descuida.

  1. Prolongación de la temporada de baño.

Mantener una piscina adecuadamente durante el invierno no solo se trata de prevenir daños, sino también de garantizar que esté lista para ser utilizada en cuanto llegue la temporada de verano.

Ignorar el mantenimiento de la piscina durante el invierno puede contribuir a abrir más tarde la piscina, lo que significa que te perderás la oportunidad de disfrutarla durante los primeros días de calor (si las reparaciones son poca cosa, si no ¡tardará aún más!).

Al realizar el mantenimiento necesario durante el invierno, tu piscina estará lista para ser utilizada tan pronto como las temperaturas suban, lo que prolonga tu temporada de baño y te permite aprovechar al máximo tu inversión en piscina.

  1. Pérdida de valor de la propiedad.

Una piscina en mal estado puede afectar negativamente el valor de tu propiedad.

Si en algún momento te planteas vender tu casa, una piscina en buen estado será algo que atraerá a posibles compradores, mientras que una piscina dañada o en mal estado puede convertirse en un obstáculo para la venta.

¿Cómo podemos realizar un buen mantenimiento de la piscina durante el invierno?

Como hemos estado mencionando, realizar un buen mantenimiento invernal es esencial si tenemos piscina para evitarnos muchos problemas. Sin embargo, muchas personas no saben exactamente cómo pueden mantener sus piscinas y se sienten desorientados al respecto.

Aquí te damos algunos pasos que puedes seguir para lograr un correcto mantenimiento mientras está inactiva:

  • Realiza una limpieza a fondo.

Antes de cerrar la piscina para el invierno, realiza una limpieza completa. Retira hojas, insectos y otros desechos de la superficie y del fondo de la piscina. Puedes usar una red.

  • Ten a punto y equilibrados los químicos de la misma.

Ajusta los niveles de pH, alcalinidad y cloro de tu piscina a los valores adecuados. Un equilibrio químico adecuado ayuda a prevenir el crecimiento de algas y la formación de depósitos minerales durante el invierno.

  • Protege las tuberías.

Drena el agua de las tuberías y sistemas de filtración de la piscina. Asegúrate de que no quede agua en las tuberías, ya que esto puede causar daños por congelación.

  • Usa una cubierta para piscinas.

Cubre la piscina con una cubierta de invierno resistente. Esta cubierta no sólo protegerá la piscina de la acumulación de hojas y escombros, sino que también evitará que sustancias no deseadas entren en el agua.

  • Mantén una supervisión constante de la misma.

Aunque la piscina esté cubierta, es importante realizar un seguimiento regular. Inspecciona la cubierta para asegurarte de que no haya daños y retira cualquier acumulación de agua o nieve que pueda acumularse en la cubierta.

  • Mantén los niveles de agua.

Durante el invierno, es común que el nivel del agua de la piscina disminuya debido a la evaporación y las condiciones climáticas. Mantén el nivel de agua en la mitad de la abertura según las recomendaciones del fabricante de la cubierta.

  • Usa un tratamiento anti algas.

Agrega un producto químico anti algas de invierno al agua antes de cubrirla. Esto te ayudará para prevenir el crecimiento de algas en la piscina durante los meses fríos.

  • Limpia la cubierta.

Se acumularán hojas y escombros en la cubierta durante el invierno, así que asegúrate de limpiarla periódicamente. No dejes que los desechos se acumulen, ya que pueden dañar la cubierta y hacer que sea más difícil de quitar en la primavera.

  • Mantén a punto todo el equipo.

Asegúrate de que todos los equipos de la piscina estén protegidos del clima invernal. Esto incluye la bomba, el filtro y cualquier otro componente vulnerable.

Asimismo, también te vamos a aconsejar una serie de productos que puedes usar para el mantenimiento de la piscina que te vendrán genial.

Productos para el mantenimiento durante todo el año.

Está muy bien conocer los pasos y tratamientos, pero… ¿sabemos qué tipo de productos son los necesarios para mantener nuestra piscina? Si echamos un ojo al catálogo de tratamientos de agua y piscina de la tienda Stocknet Vallès encontraremos todo tipo de productos, pero ¿sabemos cual es el más adecuado?

Para ello, vamos a conocer a continuación los productos clave que nos ayudarán a saber un poco más acerca de cada producto para poder tomar una decisión acertada al adquirir uno de ellos.

  • El cloro estabilizado es una excelente opción, ya que dura más tiempo en condiciones de luz solar intensa. El cloro es esencial para mantener el agua de la piscina libre de bacterias y otros microorganismos.
  • Los alguicidas ayudan a prevenir el crecimiento de algas en el agua de la piscina (lo que es especialmente importante durante el invierno, cuando ya que la piscina no se usa con regularidad).
  • Los inhibidores de corrosión ayudan a proteger los componentes metálicos de la piscina, como el sistema de filtración y las escaleras, de la corrosión causada por el agua y los productos químicos.
  • Una cubierta de invierno es una inversión importante para proteger tu piscina de hojas, suciedad, nieve y otros elementos (asegúrate de elegir una cubierta de alta calidad que se adapte a tu piscina).
  • Si deseas disfrutar de tu piscina durante el invierno, un calentador de piscina puede ser una adición valiosa. Te permitirá mantener el agua a una temperatura agradable incluso en los días más fríos.

Como has podido comprobar, con medidas simples y el uso de productos adecuados, puedes asegurarte de que tu piscina esté lista para ofrecerte diversión y relajación en cualquier momento del año.

¡No dejes que el invierno arruine tu oasis de verano!

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